...deberíamos exigir a los candidatos y gobernantes que asuman también, el reto de tomar decisiones informadas y explicarlas, diciéndonos cuál es el factor que con su propuesta pretende remover; por qué ese factor es determinante de un problema de inseguridad; qué medios ha seleccionado para intervenir y por qué los considera adecuados.
El actual no es el primer momento en el que los homicidios desbordan a nuestro débil estado municipal. Lo que ha cambiado son la ideología, el discurso y las maneras de quienes nos gobiernan, así como su impacto en los ciudadanos que validamos.
Si bien compartimos el espíritu del informe de seguimiento del Instituto Kroc, que considera este como uno de los procesos de paz con el porcentaje de cumplimiento más alto en menos tiempo en el mundo; pensamos que su implementación presenta graves problemas que pueden hacer fracasar este importante esfuerzo de democratización.
El futuro de la ciudad requiere una acción conjunta urgente. Necesitamos que los sectores empresariales, gremiales, académicos, organizaciones sociales e institucionalidad pública se sumen a esta iniciativa.
Queremos que este informe sea un homenaje y un reconocimiento a la dimensión pública del dolor, el sufrimiento y el coraje de las más de 132.000 víctimas que se contabilizan y de las otras tantas que por muchas razones, no se registran en estas cifras.
Estamos frente a lo que se configura como una situación de emergencia humanitaria para las víctimas y para toda la ciudadanía que también se ve afectada y que no puede seguir indolente ante la gravedad de lo que esto representa.
Se necesita un amplio debate ciudadano, no solo sobre la situación actual de seguridad, sino además sobre las características y condiciones de la negociación con los grupos criminales que operan en Medellín.
El panorama que presenta el informe Medellín Cómo Vamos es bastante preocupante en términos del desarrollo de la ciudad; en algunos casos, hay francos signos de retroceso.