Por: Suly Yalena Pérez Zuluaga.
Practicante de comunicaciones del Programa de Derecho a la Ciudad y al Territorio de la Corporación Región.
Entrando en la Biblioteca Efe Gómez de la Universidad Nacional de Medellín (UNAL) en la sala El Espacio del Hombre, se aprecia una exposición de pinturas que de lejos llama la atención por la belleza y la sutileza de cada una de las obras. Se trata de El arte de la superación, una exposición realizada por artistas con discapacidad que pertenecen a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie.
Vistosas obras dotadas de carácter en cada una de sus pinceladas, y a lo lejos hay una especialmente cautivadora. Se trata de un paisaje cuyos finos pastos bailotean entre diferentes tonalidades verdosas, las cuales colman de espectáculo el prado, en el que se aprecian un par de árboles que no bastan para cubrir de sombra el camino que se desdibuja a lo largo del horizonte. Mientras tanto, el cielo que parecía desnudo, siniestramente se enciende de un naranja con color a lava y un amarillo vibrante que intenta apagarlo. ¡Qué fascinante! Dicha obra pertenece a la artista Nancy González.
Para Nancy es muy importante reflejar paz y serenidad en sus obras, pues eso es lo que es ella, una mujer de luz radiante y ojos llenos de brillo por la vida, alguien que siempre te recibe con una gran sonrisa. Según ella, el arte es un medio de sensibilización que le permite demostrar que tener unas dificultades no es impedimento para trabajar igual que otras personas, pues aunque pinte con una herramienta diferente, puede transmitir lo mismo que una persona que pinta con las manos.
Son diez los artistas antioqueños, que como Nancy, se encuentran vinculados a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, y ocho los que expusieron su arte en la UNAL de Medellín, en un llamado para continuar con el trabajo de inclusión de las personas con discapacidad de la ciudad. Según Nancy, el arte les ha permitido superarse y mostrar que siempre hay una esperanza y una razón de ser para cada situación que la vida le ha puesto en frente; es por ello, que a través de sus obras busca dar un mensaje de motivación y superación a las personas. Poder ejercer una profesión artística es algo que la ha dignificado como persona, y además de recibir tantas satisfacciones emocionales, se siente segura, independiente y con una altaautoestima, pero su mayor alegría es poder solventar financieramente a su madre, con quien vive. Según el Ministerio de Trabajo, se estima que en Colombia la tasa de desempleo de las personas con discapacidad asciende al 85% lo que indica que quienes pueden acceder a una fuente de empleo segura y permanente son muy pocos.
Nancy ha participado en el proyecto Medellín Ciudad Accesible como integrante del colectivo Fuerza Incluyente. Este proyecto se desarrolló entre septiembre del 2018 y septiembre del 2019 por la Corporación Región, Fuerza Incluyente y la Fundación Desenvolupament Comunitari en convenio con la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos de la Alcaldía de Medellín y con la financiación del Ayuntamiento de Barcelona. En este proyecto, que buscaba promover la accesibilidad en Medellín a partir de la articulación entre organizaciones sociales y la administración pública, se identificó que la alta tasa de desempleo en la población con discapacidad responde a barreras físicas, comunicativas y actitudinales, siendo estas últimas las más comunes. Estas barreras se evidencian en la falta de información y concienciación de las empresas en relación a la contratación de personas con discapacidad, la falta de reconocimiento de sus habilidades y talentos, y las barreras que esta población encuentra para acceder y finalizar exitosamente los ciclos educativos. Otra causa de estas altas tasas de desempleo es la falta de diseños universales y ajustes razonables en el espacio público, el transporte, los edificios…., lo que dificulta y en ocasiones impide que las personas con discapacidad puedan ver garantizados sus derechos.
Ante el desconocimiento de la discapacidad, Nancy afirma que la gente teme, desconfía y no sabe cómo tratar a una persona en dicha condición. “¿Cómo le dan trabajo a una persona así? ¿Sí hará bien el trabajo? ¿Creará problemas? ¿Sí hará su labor como se debe hacer?, hay una duda”. Es por ello, que para Nancy es prioritario que haya una formación y educación en torno a la inclusión. Cuando las personas tienen más conocimiento y conciencia sobre un tema saben cómo abordarlo, y la actitud se transforma.
José Julián Barriga, en su artículo sobre la Imagen Social y Visibilidad de la Discapacidad, agrega: que uno de los factores que influye en los avances para la garantía de derechos de la población con discapacidad es la presencia de asuntos sobre éste tema en los medios de comunicación y su tratamiento de forma cada vez más normalizada, alejado de planteamientos caritativos o asistencialistas, lo que puede conducir a una transformación en el cambio de actitud frente a las personas con esta situación. Según la Guía de Estilo Periodístico Para Informar Sobre Discapacidad en Colombia, la información que dan los medios sobre el tema de discapacidad tiene el reto de transformar una cultura de intolerancia a una de aceptación y aprecio por las diferencias, para ponerle fin a la exclusión y fomentar una cultura donde dicha población tenga mayor participación y garantía de derechos.
Por otro lado, la discapacidad de una persona y la forma en que la asimile también tiene que ver con el entorno familiar y la aceptación por parte de este. “Yo crecí en una vereda”, dice Nancy, “y para las personas de allá la discapacidad era vista casi como un castigo divino. Sin embargo, mis padres transformaron ese imaginario y entendieron que yo había llegado así por alguna razón, así que me aceptaron y me amaron tal como yo era y nunca me escondieron ni me trataron como una persona con discapacidad. Gracias a ellos yo me acepto y veo la vida diferente, comprendiendo que el hecho de no tener las manos no me iba impedir salir adelante y superarme como persona”.
Con esto se evidencia que la barrera más urgente por derribar es la actitudinal. Necesitamos por tanto construir una ciudad que se piense desde la diversidad de todos sus habitantes y que promueva la garantía de los derechos de la población con discapacidad. Esto podremos lograrlo con concienciación e información, con voluntad y con el trabajo conjunto y articulado de los diferentes sectores de la población.