Taller de costura de Moravia. Foto: Cortesía Isabel González Arango Taller de costura de Moravia. Foto: Cortesía Isabel González Arango
 Por: Isabel González

 

 

Resumen

“Los duelos que estaban a puerta cerrada, en la esfera íntima de la casa,
hoy, gracias a estas propuestas de tejido y memoria, salen por fin a la plaza, al espacio público”.

Desde el 2007, la investigadora social y tejedora Isabel González viene liderando y propiciando unas prácticas artísticas colaborativas en las que se redimensiona esta técnica tradicional en comunidades urbanas y rurales golpeadas por el conflicto. En estos trabajos realizados con mujeres de la Comuna 13, Moravia, Sonsón, Mampuján, entre otras, la memoria se materializa en puntadas, bordados, costuras. No se trata tanto de tejer hilos, como nuevas relaciones; o de fabricar objetos bellos, sino de propiciar encuentros, conversaciones, recuerdos, narraciones. El tejido aquí se practica como resistencia política, cultural y de género. Mientras, la memoria, recuperada a través de todas estas agujas y voces, toma su más pleno sentido de polifonía. El que se necesita urgentemente en este país afectado ancestralmente por la peste del olvido y ante el reto histórico de la reconciliación y el reencuentro.


 

“Tejidos que transforman a quienes los hacen y a quienes los ven”