Volvimos a los municipios, a las veredas y a los barrios para vernos con todas las personas que le dan sentido a nuestro trabajo. Llegamos a las escuelas, retomamos los encuentros comunitarios, salimos a las calles, recorrimos la ciudad, atravesamos ríos, nos sentamos ante nuevas mesas y, al fin, nos volvimos a abrazar.
Transformar la polémica sobre la memoria, la historia y la verdad, convertida hoy en un nuevo campo de disputa ideológica y partidaria, en un escenario para la discusión, el debate y la construcción de una opinión pública favorable a la paz y la reconciliación, es el gran reto.