...es nuestra tarea informarnos, contrastar propuestas, verificar la experiencia, analizar los apoyos políticos y económicos que acompañan cada candidatura, exigir respuestas estructuradas y realistas a las problemáticas más graves de nuestros territorios, y validar programas, proyectos y políticas que realmente respondan a las necesidades de los municipios.
Deberíamos desde la sociedad civil, con un gran liderazgo de las ONGs, convocar a un pacto regional, ojalá nacional, contra el crimen organizado. Un acuerdo de supervivencia como sociedad, por el respeto a la vida y a la diferencia, y por la integración social.
Estamos ante una realidad pasmosa que representa enormes peligros: hoy se lanzan a las corporaciones públicas quienes tienen dicha aspiración como una meta personal y poseen además, los recursos económicos para ello. ¡Grave!
La defensa de la paz como el más público de los derechos nos lleva a convocar y acercamos a personas de todos los sectores, pero con el objetivo común de la construcción de paz, que se logra a través del reconocimiento, el respeto y la valoración de la diversidad enorme de posiciones, identidades y culturas con la que tenemos el privilegio de contar en Colombia.
El principio de realidad nos permite afirmar que hoy no vamos por buen camino, al contrario, en temas fundamentales enfrentamos serias amenazas y retrocesos. Ojalá el orgullo, la pujanza y la verraquera con la que algunos relacionan la identidad paisa, se usara en trasformar la precariedad y la desigualdad de oportunidades en la que vivimos.