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Miércoles, 26 Septiembre 2018 20:33

De Colombia a Perú por el qhapaq ñan

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El Camino Inca o Qhapaq Ñan, en quechua, se tejió hace un centenar de años por los Incas al unir un sistema de caminos por la Cordillera de los Andes partiendo de Perú y llegando a Colombia, lo que dio paso a extraordinarias alianzas comerciales y culturales.

Hace algunos días preparan un viaje para transitar nuevamente por el camino Inca dos grupos de jóvenes, el primero parte desde el Corregimiento de San Cristóbal en Medellín, Colombia, con su experiencia de trabajo en La Plataforma Juvenil de la Vereda La Loma; y el segundo son Los Promotores y Promotoras juveniles del Centro de Desarrollo Humano de Puririsun desde el distrito de Santiago en Cusco, Perú.

Ambos se encuentran cargando su maleta viajera con la multiplicidad de experiencias que han llevado a cabo en sus localidades, dispuestos a relatar, comparar y aprender en un estado de alteridad entre iguales, en palabras incas sería llevar al ayni (a un estado de reciprocidad entre los miembros de la iniciativa, que se entiendan como pertenecientes a una familia extensa). Con el objetivo de fortalecer el liderazgo y participación transformativa que los ha acompañado en sus localidades a la hora de hacerle frente a la violencia, la exclusión, la pobreza y de reclamar su derecho a la ciudad y participación social.

Estas últimas palabras dieron el nombre al proyecto “Derecho a la ciudad y participación social de los jóvenes en Colombia (Medellín) y Perú (Cusco)”, que fue aprobado en la convocatoria: “otorgar una voz a los jóvenes: promover espacios para la participación cívica, la inclusión y la reducción de la violencia en Asia meridional y América Latina” financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés) y coordinado por la Corporación Región, de Medellín (Colombia), en asocio con la Asociación Civil Puririsun de Cusco (Perú).

La hoja de ruta de este viaje contempla tres componentes, el primero es, caracterizar las experiencias de trabajo desarrolladas en Medellín y Cusco desde un enfoque de derechos, de género y étnico; el segundo es, fortalecer los procesos de liderazgo, apropiación del territorio y participación política que adelantan las y los jóvenes participantes de Medellín y Cusco; el tercero y último es, Comparar, visibilizar y difundir los factores más significativos de las experiencias de trabajo de las y los jóvenes de Medellín y Cusco.

Este viaje se inicia con una pregunta base ¿cómo y a través de qué acciones los jóvenes contribuyen con la prevención y reducción de las distintas formas de violencia y exclusión que los afectan y a la defensa del derecho a la ciudad y al territorio? Para darle una respuesta e ir avanzando en el camino, se inicia un proceso de fortalecimiento de participación de los jóvenes a través de diversas acciones como la conformación de un Semillero de investigación, el apoyo de iniciativas locales, la construcción de una estrategia comunicativa y la generación de encuentros virtuales.