... hoy no se trata solo de avanzar, también tenemos el reto de no seguir retrocediendo, y para ello, es indispensable que las evaluaciones sobre las afectaciones de la pandemia incluyan siempre un análisis de género, y en consecuencia, las soluciones que se planteen contemplen acciones diferenciadas para atender a las niñas y a las mujeres.
Llamamos a todas las organizaciones sociales y ciudadanía en general a fortalecer el trabajo colectivo en pro de la justicia, la democracia y la paz. Si bien el panorama puede ser desolador, no representa una novedad; en distintas épocas de la historia del país y de la ciudad, hemos enfrentado tinieblas e incertidumbres, logrando siempre articularnos para transformar el rumbo de los hechos. Este es otro de esos momentos en que es necesario reafirmar que el futuro se construye mucho mejor entre todos y todas.
“La auténtica riqueza o progreso de un país sólo puede plantearse centrando la mirada en el bienestar que poseen los individuos concretos de dicho Estado, revisando si existe justicia social, si todos y cada uno de los sujetos gozan de unos mínimos de calidad de vida, si no se limitan a sobrevivir, sino que disfrutan de lo que podríamos llamar una vida decente”. Martha Nussbaum.
Es necesario volver a sentarnos a la mesa, mirarnos a los ojos, reconocernos diversos y dejar circular la palabra y el argumento desde un profundo respeto por la diferencia.
Es hora de pronunciarnos contra la ausencia de todas las personas a las que la guerra les ha arrebatado su identidad y, como sociedad, es el momento de exigir su derecho a ser buscadas. Es tiempo de hacer que la dignidad, la solidaridad y la búsqueda sean un clamor de toda la ciudadanía.
...es necesario promover alternativas laborales cuyo objetivo sea sostener el empleo, y respetar derechos y garantías, no es posible que la sostenibilidad económica del país pase por el empobrecimiento de la clase trabajadora y el despojo de sus derechos...
...la verdad nos interpela pues finalmente hay preguntas muy hondas por responder: por qué como sociedad, permitimos que esta guerra sucediera; por qué guardamos silencio frente al sufrimiento, las pérdidas y el despojo de millones de personas; por qué la institucionalidad y el Estado de un régimen democrático faltó a lo esencial: la protección de su ciudadanía.
Nos negamos a aceptar que se asuma esta pandemia como una guerra, con ejércitos, con héroes, batallas y pérdidas de derechos. Estamos convencidas de que podremos asumir este gran desafío si nos enfocarnos en el cuidado, en cuidar y cuidarnos como humanidad y como sociedad, y para lograrlo debemos, entre otras cosas, impedir que en la pandemia se afecte la democracia.
...si la sociedad insiste en la memoria y la búsqueda de la verdad, como ejercicio de conciencia y de tributo a las víctimas, producidas por la misma sociedad -no solo por unos grupos armados- puede tener una ruta para garantizar la no repetición.
Por: Lucía González, Comisionada de la Verdad